El desierto es una pasada y justifica todo el viaje a Marruecos pues es encontrarte de repente con los dromedarios y subirte y ya estábamos en el desierto y ...ese amanecer cruzando las dunas con el sol pintándolas de ese color dorado fue todo un descubrimiento para mi retina que nunca olvidará.
El caminar por las dunas se hacía difícil y subirlas era algo complicado pero llegar arriba era un espectáculo pues una mezcla de sensaciones llegaban por doquier a tus sentidos. Nunca lo olvidaré.
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