En mis planes no estaba esto de darle a la pelotita, pero empecé a jugar por amor como dice mi amiga, pues mi chico se enganchó y yo quise intentarlo también para hacer algo juntos... para poder coincidir los fines de semana así que cogí un
profesor y me fue gustando cada día y cada vez que le daba bien y lograba mandar la pelota muy lejos o acercarla lo más posible y meterla en el hoyito. Fácil no es... pero practicando finalmente te va enganchando.
Es un placer añadido caminar por esos campos verdes y respirar tan fresco, además aquí muchos días tienes el campo para ti sólo o sea un disfrute del cuerpo y mente. Y si lo haces con alguien más te permite hablar y compartir .
Intentar siempre mejorar tu juego es siempre un reto contigo mismo.
Ahhhhhhhhh y se puede jugar a todas las edades, muy muy importante!!
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